¡Qué vienen los tunos!

Los fines de semana empiezan los Jueves, como todo el mundo que visita este weblog sabe, y este fin de semana no podía ser menos. Después de una divertida cena en donde siempre, y viéndose el grupo mermado a los 4 'Juevistas' del santo beber (el hombre sueño, goldfillo, café olé y yo), nos dirigimos al bar de empezar los Jueves que no es otro que Il Sorriso 2 (Betis 3, un 2 en la quiniela, si llama desde fuera de Madrid) Estaba la calle Velázquez que ni en un concierto del 'Gruñido del Tarado'; porque resulta que en Gabanna había un concierto que no era del susodicho grupo. A nosotros, fieles a nuestro estilo, el concierto nos importaba un carajo, teníamos sed.

En Il Sorriso 2 como siempre, unos 'lanudos', sacados de un anuncio de Playmobil, y las chatis buenorras operadas en Corporación Dermoestética. Pero de repente, oh amigos, los bares como siempre se transforman en bares raros. Un lanudo se pone a arrastrarse por el suelo imitando la serpiente de Vicentín. Goldfillo: "Dime que no estaba haciendo la serpiente de Vicentín". Yo para no desentonar me puse a imitar a uno que salía en los dibujos de He-man y los Masters del Universo que saltaba y daba cabezazos. Seguimos sin recordar su nombre, pero empezaba por 'T'.

Salimos de allí y, aunque la policía nos hizo un cerco, lo evitamos. Visitamos un par de bares más y cuando ya estábamos suficientemente 'tuneados' volvimos a casa sin ninguna novedad que reseñar excepto que entramos a un bar que tenía el suelo lleno de arena y que había cambiado su decoración por farolillos al estilo de la Feria de Abril. Por si no os habiáis dado cuenta estamos en Abril.

La mañana del Viernes la pasé un poco mal. La resaca me persiguió durante toda la mañana y, aunque yo soy muy rápido, se me agarró a la cabeza y no me soltó la muy hija de tal. Sacando fuerzas de flaqueza me dirigí a Alcalá para asistir a la clase del profesor que bosteza escuchándose a sí mismo. Resulta que no había clase porque era el día de no sé qué de Cervantes. Vale, ya podemos beber sin ni siquiera ir a clase. ¡Qué bien!

Después de algún que otro café (caféee, no cervezas) entramos al Pájaro Griffo (cerca de la Plaza de Cervantes; si quieres ir pregunta a un lugareño) y nada más entrar nos encontramos con la tuna al completo, incluídos madrina, mini-tuno y un compañero nuestro que se pensaba que nos habíamos 'fumado' las clases como él.

Hombre, lo de los tunos no era muy normal, no me lo negaréis. ¿Qué pasó? Pues que se pusieron los tunos a interpretar sevillanas con las bandurrias. Los que no tocaban se pusieron a bailar con todo el bar. Los tunos se ponen a bailar sevillanas, lo que me faltaba. ¡Otra cerveza, por favor! En pleno jolgorio, me puse a hablar con una que era como la bruja piruja acerca del mini-tuno, que era su hijo y que en pleno recital de sevillanas dormía como un santo en su cochecito. Especuleitor se puso a reirse de mi diciendo: "¡Qué estás ligando con la bruja piruja!" Como no tenían suficiente, Especuleitor y el compañero tuno se pusieron a jugar con mi camisa a los barquitos.

Luego fuimos a más sitios, sólo diré que 'mi amiga' la resaca me ha vuelto a capturar hoy. Me despido de este post haciendo una reflexión: "¿Qué pasa? ¿Qué todos los bares ahora son de 'Beckhams'?

Mientras escribo esto estoy escuchando: Def Con Dos - Tuno bueno, tuno muerto.

1 copas me tomé anoche:

Gus dijo...

Triklops

Buenas noches