Con la mano entre las piernas, cuando voy montando en bici

Me encontraba ayer en un atasco de esos que hacen perder la paciencia a cualquiera, el cual controlé abriendo el techo solar, bajando las ventanillas, subiendo el volumen de la radio hasta límites insospechables y encendiéndome un cigarrito p'al pecho por lo bien que lo hemos hecho.

En ese monento suena una canción de Metallica y me invade el pensamiento de que tal vez las cosas no hayan cambiado tanto. Veamos.

Sigo escuchando Metallica, los primeros discos; porque los más actuales producen un efecto parecido al garrafón en mi. Sólo que ahora lo hago en un Aipó Nano Niño Que guapo en vez de en un Walkman Sony con auriculares con cables de oro Niño Que Guapo también.

Me he vuelto a dejar el pelo largo, como cuando era jevi de palo. Sólo que ahora llevo barba y ahora ya no tengo el pelazo que gastaba en los 90.

Sigo pareciendo un macarra en el coche, aunque ya no me enfado con nadie. Lo que pasa es que el coche ha multiplicado por 6 tanto la seguridad y las "comodidades" como los caballos que rinde el motor. Del precio ya no hablemos.

Aprovecho cualquier momento lúdico para viciarme a la consola hasta altas horas de la madrugada. Sólo que ahora los gráficos son más bonitos y vienen en DVD en vez de en cartucho.

Siempre que puedo uso zapatillas de deporte. Ponerme zapatos significa lo mismo que en los 90. Hay que hacer algo de interés económico y/o estudiantil.

La pereza por hacer las cosas sigue siendo la misma. Se hacen lo mejor que se puede pero siempre buscando el mayor beneficio posible con el mínimo esfuerzo. De hecho, creo que eso te viene con el DNI y el pasaporte español.

En ese momento, recuerdas las épocas en las que te has movido más, que has salido más. Esa época en la que te ibas a comer el mundo, como dicen por ahí. Parece ser que cuando ya te lo has comido; y no quiero resultar vanidoso, simplemente te conformas y eres feliz con lo que tienes, vuelves al estado original que no es otro que la pereza.

Y es que cada vez estoy más convencido de que somos personas cíclicas. Podemos cambiar nuestra manera de ser, de pensar, de aparentar, movernos de lado a lado. Pero al final, siempre volvemos al estado original.

En fin, que tengo que beber más...

Mientras escribo estoy estoy escuchando: Metallica - Enter sandman.