3 piedras Vol.2

Parece mentira que lleve yendo 10 años seguidos a las mismas fiesta de siempre al mismo sitio y termine viendo amanecer como siempre.

Cosas que recordar: He visto a Pakirrín y no he visto a ningún borracho pidiéndole 'arretratauras' para el I concurso QBMR. Tal vez no tenga tantos lectores ni haya tantos borrachos en el mundo como yo pensaba.

Mientras escribo esto estoy escuchando: Mala Rodríguez - Nanai.

4 borrachos y 1 destino

Lugar: Madrid. Día: Un Juebebes cualquiera. Intérpretes: El hombre sueño convertido en Ultra Sur, Manoleitor, Canapé y el que suscribe.

Escribe tu propia historia. Tiene que salir Dartacán y los 3 mosqueperros, las regatas que vuelcan, los reservados, antes 100 que 90, el Forza Motorsport 2, algo del Real Madrid y un semáforo.

Mientras escribo esto estoy escuchando: Porta - Las niñas unas guarras y los tíos unos cerdos (con May)

Katakana

Fuera dramas que el alcoholismo es poderoso y lo mismo te alegra que te entristece. No porque, en contadas ocasiones, te haga ponerte melancólico vamos a dejar de beber. Todavía quedan muchos bares que relatar y personajes que describir.

Sábado noche. Planazo. Vamos a un karaoke. ¿Karaoke? ¿Te has vuelto loco? Puede.

Llegamos al bar karaoke Katakana (Avda. de América número por determinar) con un litro de sangría entre pecho y espalda cada uno de los presentes. No podía pasar nada bueno. Nada más llegar nos acomodaron en un sofá muy al estilo puticlub setentero en donde tardó menos de un microsgundo en llegar un KJ (Karaoke Jockey, que profesión más original. ¿Será autónomo?) que nos anotó las bebidas y nos dió dos libros negros más grande que las Páginas Amarillas de los Pelochos. Había más canciones allí que en el emule.

Los Karaokes no son raros, aparte de porque puedes deleitar con tu voz a todos los canes del barrio. Lo raro son las personas que los pueblan.

Nada más llegar se nota el ambiente al estilo club social: "Nos conocemos todos. Nos saludamos. ¿Qué tal la familia?" Nosotros asustados observábamos desde un rincón el espectáculo. Paso a describir los clientes del lugar, así como sus actuaciones.

Había uno que parece ser que se casaba que era de Candeleda, Ávila, que iba disfrazado con una peluca verde, una minifalda fucsia, un peto rosa donde se marcaban mediante conos verdes sus tetas y para terminar unas botas negras de luchador libre con flecos morados. Vaya descripción, ni Pérez Reverte en "La piel del tambor". Iba borracho como una cuba y se dedicaba a amenizar las actuaciones de los demás cantantes frustrados sentándose en el escenario en el suelo mientras bebía y fumaba. Si le daba el subidón hacía los coros de las canciones que le gustaban.

Un grupo de solteras;. debe de ser norma Fifa acudir a un karaoke en tu despedida de soltero, se subió al escenario. Hombre, estaban delgaditas pero no se puede subir más de 15 personas a un escenario de metro y medio cuadrado. Aquello era como el camarote de los hermanos Marx. Más que nada no se debe hacer porque queda con poco glamour. Aún estando borrachas cantaron bastante bien una de Amaral. Esa es otra; creo que oí toda la discografía de Amaral en las voces de los simpáticos y aficionados cantantes.

En esto que llegan un grupo de cuarentonas o cincuentonas que estaba claro que venían borrachas y con claras intenciones de pillar. Cosa que no está mal. Pero no os subais borrachas a cantar un pasodoble y una canción animadilla. Momento en el cual, salió todo el Katakana a bailar con mezcla de grupos unas sevillanas a lo Kill Bill o algo parecido pero más radical, si cabe.

Para finalizar la descripción decir que hay auténticos profesionales con voces muy bonitas que cantan espectacularmente con, incluso, puesta en escena que animaban al público.

La noche terminó pronto porque era muy difícil evitar el descojonarse de algunos cantantes y tampoco queremos que nos partan la boca en un Karaoke. En fin, que ríete tú del Factor X.

Mientras escribo esto, estoy escuchando: David Bisbal - Dígale.