El filósofo argentino disfrazado increpador y la pitufina alcohólica

Sin saber muy bien cómo y después de recibir una multa, la cual no pienso recurrir, por el método tradicional de invitación a boda; nos presentamos a la celebración de la onomástica sin hache del Señor EvoMorales (Looololololooo) en su piso nacionalizado antaño por el Poseidón Irlandés y ahora por un inglés, al cual entendía bastante bien gracias a mi afición por las series fantásticas en versión original subtitulada, que me enseñó el significado de la palabra cunt que traduzco por ojete porque me sale de ahí mismo.

Como todo piso nacionalizado que se jacte de ello, en las fiestas encuentras personas de distintos paises del mundo: Finlandia, Argentina, Ciudad Real, Bolivia, México, Francia, Guarromán. Vamos, lo que viene siendo un encuentro multicultural alcohólico.

No pasó nada más allá de lo normal (excepto el juego punky de invitar a alguien a un chupito de ronmiel que no estuviera en el pasillo) hasta que cuando sólo quedábamos el núcleo duro, es decir, los de siempre, le pedimos al que celebraba su onomástica sin hache que nos brindara unas lindas palabras. En ese momento y como en antaño nuestro querido amigo se transformó en algo parecido en un Gremlin de los malos, de esos verdes feos, y se puso en modo Filósofo Argentino de la Madrugada (sólo le faltaba el mate, la merca y tal vez una guitarra) y se quedó a gusto. Vaya sí se quedó a gusto.

Nos explicó que se va porque esto en Argentina no pasa y porque odia lo español y en particular a mi. Esto lo confesó entre sollozos justo antes de irse a pintar de algún color el baño que comparte con el señor inglés de la palabra cunt mencionado anteriormente. Bueno, no fué esto exactamente pero es para darle cierto dramatismo a la historia.

¿Y la pitufina alcohólica? Fácil, una chica con nombre que recuerda a algún tipo de luchador de Pressing Catch, preocupada por su salud y por su vida, la cual afirmaba que quería asegurar y que tenía un superpoder consistente en ponérsele azul las manos cuando bebía. Y esto, aunque os llene de estupor, es cierto.

Este superpoder nos explicó que no era motivo de alarma mientras el azul no le subiera a los brazos, momento en el cual es mejor llevar a urgencias por si tenía algun shock anafiláctico.

Se me olvidó comentarle y dejo aquí reflejado que no comente su superpoder con más gente que nosotros y especialmente con el médico que le realice las pruebas para el seguro de vida, que yo de esto tengo cierta experiencia...

Pero eso, amiguitos, es otra historia.

Mientras escribo esto, estoy escuchando: Pat Benatar - Hit Me With Your Best Shot.