El pasado siempre vuelve

Increíble pero cierto. Raro pero posible. Todo es posible en los bares raros.

Anoche, después de seguir a unas a un bar y de invitarlas a algo sin que ellas supieran quien las invitaba, Goldfillo y yo nos dejamos caer por La Botellita de Serrano (deberían hacernos socios VIP o algo) a ver a una amiga de Goldfillo y de paso ver el tributo al Canto del Loco de Nada que perder.

Aparte de varias conversaciones absurdas, canciones perfectamente calcadas y una que subieron a hacer de coro y que la echaron porque sólo se sabía los estribillos; me encontré con unas chicas de mi colegio, el cual terminé hace más de 10 años y que llevaba sin verlas ni se sabe. Se debieron creer, correctamente, que era un poco pedoso porque estuve sembrado en mi actuación y en mis palabras. Además estaba Toro.

Toro se sentaba conmigo en COU y le recuerdo con gran cariño. Aparte de sus furtivas miradas a mi examen, teníamos conversaciones de alto nivel desde como ponerse un condón hasta el método de la mayéutica de Platón. Yo me afanaba porque Toro aprobara porque era de los guays, de esos que no estudian y que encima se jactan de que no quieren aprobar. La realidad es que sí que quería aprobar además de que le gustaba hacerse el tonto (los guays no estudian, ¿recuerdas?). De tonto tenía los cojones 33, aunque el profesor de Matemáticas, alias El Loco, le dijera con gran estruendo audible en todo el colegio: "Pero Toro, ¿tú eres tonto?". Una vez se molestaba en entender las cosas, incluso hacía los problemas más rápido que yo.

Recuerdos aparte y volviendo a la narración, he de decir que los vi a todos muy cambiados, incluso una se casa el año que viene (¡maldición!) aunque eso no me sorprende, no es la primera ni la última de la promoción que lo hace. Alguna que otra no me reconoció por lo que hemos cambiado todos mucho.

Ya para darle una vuelta de tuerca a la noche la camarera resulta que era mi vecina, la cual ya he visto por varios sitios en Madrid. La tuve que decir: "¿Qué pasa? ¿Qué te has pasado al bando enemigo?". Me explicó que no podía invitarme porque tenían las botellitas contadas, a lo cual yo le conteste que no importaba. ¡Qué maja es! Un día de estos tengo que mirar en el buzón como se llama.

Para despedirme, voy a copiar una frase pronunciada por Goldfillo que merece quedar para la posteridad: Yo soy un borracho. Cada uno tiene lo suyo y quizá ninguno de los dos pase de los 40. ¡Qué le vamos a hacer!

Mientras escribo esto estoy escuchando: Nada que perder - Idiota.

2 copas me tomé anoche:

Anónimo dijo...

Colega donde esta mi coche....
Que si, que si, que lo hemos dejado aparcado aqui. En esta que es perpendicular a serrano... ale calle párriba calle pábajo. ¿Seguro que estaba aqui? Que si, espera que me descojono. Que no. Que se lo han llevao. Ay que me muero. Palli palla... pero no te acuerdas de nada troncoooooo?? Pues no. Y tu? NO yo tampoco jajajajaja

Esas son las conversaciones trascendentales que teniamos Julki y yo en "la calle perpendicular a serrano".
Al final el coche apareció... pero era en una calle paralela a Serrano. Y conseguimos llegar a casita con "Pignoise - Para ti" como si no hubiese mañana.

No vuelvo a salir solo contigo!!! jajaja

Churra dijo...

Julkito , que te veo nostalgico.

(Otra cosa, ¿de veras un tio se pidió a la hora del desayuno un 103 con castellana,?¿ pero tu ¿a que horas desayunas? )y sobre todo ¿donde?