¡Qué bar más caro!

Subtítulo: -¿Qué se bebe en Suiza? - Nada, es muy caro.

Mis peripecias alcohólicas me llevaron este fin de semana largo a la siempre controvertida Suiza y, para más señas a Ginebra, paraíso de las cuentas en bancos cuya información al fisco español deja mucho que desear y los relojes. Íbamos a ver al recién estrenado papá Francesco, amigo de la infancia neoyorkina de Shinchán aka El Capitán Pescanova aka Labordeta (dependiendo de su atuendo)

Antes de continuar con la narración de mis peripecias, me gustaría dedicar este párrafo al HIJO DE PUTA (Sí, con todas las letras mayúsculas y en negrita) que ha diseñado la terminal 4 del Aeropuerto de Barajas. ¿Qué os podría contar que os hiciera llevaros las manos a la cabeza? Por ejemplo, que para llegar a determinadas puertas de embarque hay que coger un chiquitren conducido automáticamente, que desde que te bajas del avión hasta que coges tu maleta pasa hora y media, que subes y bajas mediante escalera mecánica lo equivalente a un sexto piso, que por donde sale tu maleta salen las maletas de seis vuelos a la vez mientras en la de al lado no sale ni una, que como no cojas tu maleta la primera vez que la veas puede pasar 10 minutos hasta que la vuelvas a ver, que han inventado un nuevo puesto: el coordinador de taxis... No sigo que tampoco os quiero asustar, sólo diré que podían haber hecho un aeropuerto en Guadalajara y llamarlo así: Aeropuerto de Guadalajara; y no engañar a la gente diciendo que es una nueva terminal.

Una vez llegamos a Ginebra y asentados, nos dirigimos directamente a un bar, allí llaman Brasserie a un bar donde ponen cervezas y comida y nos pedimos una muestra de cervezas donde estaban la blanca, la rubia, la morena, la pinta, la niña y la santa maría. Yo pensé desde el más puro alcoholismo que si pedíamos 3 de esas muestras pues estábamos servidos pero parece ser que estaba feo, así que pedimos jarras de 1 litro de cerveza. Amigos, hay que hacer ejercicio para beberse eso, a mi me costaba levantarlo.

Sin saber muy bien como aparecimos en un supermercado japonés, sí, allí cada cultura tiene su supermercardo. El super español estaba, junto con dos oficinas del BBVA y del Santander en el barrio de las 'prespiputas' que como todo el mundo sabe ejercen la 'prespipución'. Los compañeros me preguntaban que qué me pasaba que si estaba pedo, yo contestaba: "No estoy pedo, estoy como muy raro".

Andando y andando, viendo y viendo piedras y más piedras me di cuenta de que todo era muy caro, pero caro, caro de cojones. Eso sí, las chatis muy buenas. Que me desvío. Por la noche, Francesco y Megumi nos invitaron una típica comida suiza en su casa, la raclette. Excelente manjar, básicamente es queso derretido en una parrila que se echa sobre patatas cocidas con pimienta, pepinillos y cebollitas. Después de eso, nos fuimos a ver la noche suiza, yo estaba como loco pensando en las locuras que nos deparaban, craso error, 18 francos suizos (11,75 €) costaba un cuba libre suizo, que es media cubata español y encima con un ron malísimo. Encima, fuimos afortunados porque no nos cobraron entrada. En fin, queridos lectores, que los cubatas os los bebéis en España mejor.

Al día siguiente estuvimos Labordeta y yo andando y andando visitando la Universidad, más piedras y el Lago de Ginebra con su jet d'eau, que es algo así como un chorro del copón bendito. La verdad es que Ginebra es bonito, pero cojones es que no hay ni un sólo bar ni raro ni normal, no podíamos saciar nuestra sed en ningún lado. Por fin llegaron Francesco, Megumi y el pequeño Max que nos llevaron en un largo viaje (-Aquí los kilómetros son más largo, ¿no? -Sí 1,5 más o menos) a las bonitas ciudades de Lausanne y Montreux. Por cierto en el casino de Montreux, demostré que mi teoría para ganar siempre en el casino no funciona, o por lo menos en la mesa en la que estoy yo no funciona. En las demás funcionaba.

En resumen, que muy bonito todo pero no vayáis con sed.

Mientras escribo esto, estoy escuchando: Ella baila sola - Despídete.

3 copas me tomé anoche:

Albarytu dijo...

En cuanto a lo de la T4, eso no es lo peor... lo peor es que todo el personal nuevo y novato está en la terminal nueva (en vez de mover a los expertos y poner a los nuevos en las otras, que son más fáciles), y claro, nada funciona. Eso y que la mayoría del personal nuevo son disminuidos (por eso de que les sale más barato contratarlos)...

Churra dijo...

De España hay que salir bebido, y si es por la Terminal 4 con el testamento hecho,los hijos colocados y la plaza reservada en el Hogar del Pensionista.

Anónimo dijo...

Está demostrado, para juergas con nocturnidad y alevosía el único país que vale es España, apigos...
Por lo demás, me alegro de que lo hayas pasado bien. Un abrazo chimo!!