Existe una raza dentro de las noches alcohólicas. Los 'camareros pro' son personas que parecen haber nacido para el buen arte de servir copas. Yo, a lo largo de mis borracheras, sean de investigación o no, he encontrado pocos camareros que realmente supieran que se traían entre manos.
El último que he encontrado se hallaba en un bar, raro claro, donde solemos terminar nuestras noches pedosas más allá de la ciudad de los periodistas, llamado Imperio Pop (c/ Fermín Caballero s/n, en un boulevard todo lleno de bares). La historia del Imperio Pop merece post aparte y esperaré a futuras rarezas para hablar más de él.
Pasemos ahora a hablar de dicho camarero. La primera copa que le pedí se la pedí a 2 metros de la barra y por señas. Increíble que supiera leer los labios, que entendiera Brugal y Ballantines, adivinara que con Coca Cola y que, atención sin decirle nada, me pusiera el zumito de limón al lado. Impresionante.
En las segundas y sucesivas copas (ahora te jodes y no nos vamos que yo no quería salir que tengo hasta 50 euros para gastarnos en copas) no hacía falta decirle nada. Se acordaba. Impresionante.
Pero es que en la última (nos tomamos la última sí o sí, si no te la tomas me tomo yo dos por la razón del paréntesis anterior) estábamos en la otra parte del bar y levanté la mano haciendo la señal de dos y cuando por fin conseguimos llegar a la barra nos las tenía preparadas. Mi acompañante y yo no pudimos hacer otra cosa que aplaudir efusivamente.
Si '¡Que bar más raro!' diera premios todos los años, éste se hubiera llevado el 'Premio al camarero pro del 2005' sin lugar a dudas.
Mientras escribo esto estoy escuchando: Lucie Silvas - Nothing else matters.
1 copas me tomé anoche:
Es q el Imperio es un bar diferente....
El camarero en cuestión tenía melena (versión morena del cantante de Nickelback)?????
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