Después de cumplir con las obligaciones, me fuí a un bar donde, como siempre y entre risas, bromas sobre lo que es 'Porlar' (- ¿A ti te han porlado, Julki? - Claro, es una experiencia inolvidable) y llamadas telefónicas preguntando cuál era el plan, nos bebimos medio barril de cerveza.
En fin a lo que iba, una de las llamadas me hizo reflexionar... Me preguntó el hombre sueño que dónde estaba y yo le contesté: "En un bar". El me dijo sarcásticamente: "¡Qué raro que tú estés en un bar!". Después de colgar y quedar para después me puse a pensar entre caña y caña. ¿El orden de los factores altera el producto? ¿Es lo mismo ¡Qué bar más raro! que ¡Qué raro que esté en un bar!? Es decir, ¿qué es raro? ¿El hecho de que yo no esté en un bar? ¿Son los bares raros o el raro soy yo? ¿Y si esto fuese el mundo al revés? ¿Y si existiera una segunda versión paralela de ¡Qué bar más raro! en donde los bares son raros porque estoy yo? ¿Y si esa versión paralela fuera una realidad paralela en donde todo es distinto? Mi vida, mis compañeros de fiesta y las cosas que nos pasan fuesen completamente diferentes...
Bueno, dejo de hablar en interrogantes que parezco tonto. La noche del Viernes fué una de esas noches que llegas a casa con sabor a ron y cenicero en la boca. Primero fuimos Doctor Sado y yo al bar brasileño donde estaba Shinchán y una amiga donde nos pusimos finos de Brahma, Caipirinhas, Caipiroskas y rones con cocacola cargados para super campeones. En esto que aparece el hombre sueño y seguimos allí hasta que los camareros del bar y los músicos nos miraban mal. Parecía que decían: ¿Es qué no tenéis casa?
Y en esto que hice una cosa que no había hecho nunca en mi vida. Besar el suelo al descender de un coche. Por cierto, el asfalto no sabe tan mal. También es verdad que tenía narcotizada la boca de tanto usarla. Entramos a otro bar en donde ya lo dimos todo y la verdad no me acuerdo de mucho más excepto que el Doctor Sado se fué con una por ahí...
Mientras escribo esto estoy escuchando: Melendi - Con una sonrisa.
El otro día viajando en un autobús raro, como todos, y viendo que era el día de San Valentín se me ocurrió una idea: El día de los borrachos.
Y digo yo que si hay un día para los enamorados, un día para las madres, un día para los animales, otro día para los abuelos, el día de los trabajadores, el día de la mujer trabajadora, ¿por qué no puede haber un día para los borrachos?
El movimiento borracho necesita su día y se me ocurre que puede ser el 5 del 5 (por el culo me la hinco), es decir el 5 de Mayo, que además este año caerá en Viernes.
Lo celeraremos por supuesto yendo a un bar raro y poniéndonos pedo... Vamos, como cualquier Viernes. ¿Regalos? No, con que se pague una ronda vale. ¿Tarjetitas? Si acaso flyers con 2X1 en copas. ¿Sentimientos? Si acaso algún abrazo de esos de "Te quiero mucho" con acento pedoso.
Así que nada que el que se quiera apuntar que se apunte, que yo he decidido que lo voy a celebrar aunque sea yo solo.
Mientras escribo esto, estoy escuchando: Pópera - Esos ojos negros.