-¿Qué es QBMR? -¿Y tú me lo preguntas? -QBMR eres tú

Como parece que todavía hay algún descerebrado que lee éste, vuestro blog; y lo que es más difícil todavía, que usa esa función de cuyo nombre no quiero acordarme que te dice cuando se actualiza un blog, me veo en la obligación de escribir algo.

Entremos en materia y hablemos del mineralismo. Aparte de una paja a mi ego (cuántas veces habré acuñado este término ya), siempre he considerado esto como mi proyecto de escritura de libro para cumplir eso que dicen los abuelos de que en la vida hay que tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro.

Lo que hoy vengo a desarrollar es que desde que empecé a escribir la vida me ha cambiado tanto que en ocasiones me avergüenzo de lo loco que he estado. En ocasiones me imagino a alguien con el que tengo tratos más o menos personales que leyera esto y dijera: "Chico, ¡qué mal estás!".

Sin embargo, otras veces releo mis tonterías y me dan ganas de aplaudirme a mi mismo. ¡Qué maravilla, qué bien escribo! En esas ocasiones me digo a mi mismo que tal vez debería haber elegido la profesión de periodista porque, además de que dicen que para el signo de Géminis es el mejor, creo que escribo bien y eso que no he recibido formación alguna y de libros he leído más bien pocos.

En otras ocasiones al volver la vista atrás y retomar lo escrito, creo que nadie entiende lo que quiero transmitir. Siempre he dicho que esto es más divertido si has sido protagonista de las narraciones.

Por último y más frecuentemente al releer opino que lo que escribo es un tostón y por ello creo que es el momento de dejar de dar el coñazo ahora mismo. Prometo, no juro que jurar es más, que escribiré cualquier cosa que me pase divertida y que tenga que ver con un bar o con algo que se puede considerar bar.

Mientras escribo esto, estoy escuchando: 50 cent y Justin Timberlake - Ayo technology

Bar-buuuh

Supongo que esta entrada os sorprenderá, si es que hay alguien que todavía me sigue, pero creo que el facebook está acabando lentamente con este blog y con los demás blogs de España. Al fin y al cabo, un blog no deja de ser una paja al ego y te siguen aquellos a los que interesas, que casualmente son aquellos que son tus amigos y conocidos y que 'porsupuestísimo' tienes como amigos en facebook. Tal vez vivamos una época en donde nuestra autoestima esté directamente relacionada con el mayor grado de exposición de nuestras vidas, vía comentarios y fotos.

Gilipolleces aparte, creo que el segundo post del año (new world record, tenía que decirlo) es bien merecido y se lo voy a dedicar a 'El barbú' (c/ Santiago, 3) donde el Domingo pasado tuve el placer de asistir a una nueva y constante expresión del título de este blog.

Bien, según entras tienes una barra muy bonita con una simpática camarera que juraba que era de Valladolid, aunque no conocía su gentilicio. Más tarde me confesaba que era de todas partes del mundo. No sé qué clase de pasaporte tienen estas personas, pero tiene que ser muy bonito. Pasamos media noche en la primera zona hasta que después de la nosécual-copa y venerar el nuevo altar del borracho encontrado en España, me dió por pensar que el bar era más grande.

Efectivamente y sí, nos adentramos y además de encontrar el camino al baño (muy bonito por cierto) había otra sala donde reinaba una mujerona de color (negro) vestida para matar a la cual le daba subidones con la música y bailaba también muy simpática o simpático (fué una de las discusiones que mantuve). Además tenía una zona de baile con la música apuntándote desde 4 ángulos donde el deejay y su cabina estaban junto con una bola de discoteca, que siempre da color a los garitos.

La verdad es que no recuerdo mucho más porque ya no uso el móvil como libretilla de la noche; pero puedo decir que la experiencia vivida en ese sitio me dejó muy buen sabor de boca.

Mientras escribo esto estoy escuchando: Luis Aguilé - La vida pasa felizmente.

La crisis del cubata

Érase una vez un mundo en el que todos querían poseer algo: Había gente que quería poseer casas, otros querían coches y los que más querían follar. Y no es que lo qusieran tener por necesidad; los querían tener porque su vecino, cuñado o compañero de trabajo tenía más.

Y así se formó la sociedad y se estableció como moneda, en vez de un papel, el cubata. Si querías algo tenías que conseguir cubatas. Los cubatas se podía conseguir de muchas maneras pero las principales eran trabajando o intercambiando bienes y servicios. Daba igual la procedencia del cubata, lo importante era conseguirlo.

Los problemas de los cubatas eran que eran un bien limitado y que ponían pedo. Al principo ponerse pedo no era un problema, ya que te hacían sentir bien, incluso admirado por los demás compañeros. Al ser un bien limitado, en ese momento aparecieron los bares que no eran más que depositarios de los cubatas que otros no querían y que daban a otros que los necesitaban.

Con el tiempo el poder de los bares se tornó en demasiado, ya que incluso daban más cubatas de los que tenían almacenado de otros abstemios. En ese momento nació el Estado que con su Bar Central coordinaba el reparto entre los bares de las existencias no dejando a ningún borracho sin su cubata de rigor. Pero para financiar esto y otras cosas sin importancia como el empleo, la salud y la seguridad crearon el impuesto sobre el alcohol. Como la gente no quería darle cubatas al Bar Central nació la economía sumergida que se denominó garrafón.

Pero claro, en este mundo no sólo había un sitio donde ganar cubatas. Había otras Zonas de Marcha. Ahí es cuando nació el problema de ir a un sitio a otro a ponerse pedo y ganar más cubatas. Fuga de cubatas volando por las zonas de marcha; incluso hubo algunos lugares donde se practicaba una microeconomía llamabada botellón.

Y es por ello, que las Zonas de Marcha se agruparon en la CEP: Comunidad Económica del Pedo. Creo que esto fue el comienzo del fin de la sociedad antes descrita. El Banco Central del Pedo comenzó a emitir cubatas que se repartían entre todos los bares; mientras los del botellón se reían de todos y los del garrafón producían mayor número de cuabatas.

Entonces ocurrió lo impensable; el cubata se extinguió, primero porque se habían creado cubatas de la nada, que no reflejaban el valor de nada, ni siquiera de la sociedad, los bares dejaron de contratar camareros que a su vez tampoco consumían cubatas y se formó una dinámica de Pescadilla que se muerde la cola, también llamada crisis. Cabe decir, si has seguido leyendo hasta aquí, que la gente debía cubatas a todos los bares posibles.

Y aquí es donde nos encontramos ahora, sin manera de conseguir cubatas, con cosas, que hay que mantener con más cubatas, que nos costaron cubatas futuros, deudas de cubatas por doquier, etc. etc.

¿La solución? Algunos dicen que emitir más cubatas hasta el infinito, otros que luchar contra el garrafón y los botellones, otros que salir de la Comunidad Económica del Pedo. Sin embargo, yo iría más lejos: Yo trataría de regresar al origen y dejar de desear los cubatas del vecino y por ende, millones y millones de cubatas.

Nota del Autor: No estoy pedo.

Mientras escribo esto estoy escuchando: Lily Allen - The Fear.