Para aquellos que al beber no recuerdan el pasado, tengo este relato para entrar en situación. ¿Ya lo habéis leído? Ay, borrachines; si lo habéis leido es que no lo recordabais. Tranquilos, a mi a veces también me pasa.
Este fin de semana hemos vuelto a hacerlo. Lo teníamos que repetir. Comprendedlo, es que tenemos mucho vicio. Todo empezó con la típica idea super pedosa de cualquier fiesta rara que hayamos asistido este año. La frase debió de ser algo así como: "Debberríamó volvé a Ovieu, ¡hicks!" A lo cual siguió: "Vae tron, manana mío güelos". Y de repente apareció Taladrín de la Mancha y dijo: "Yo ette añoh quieo i, glurp" Sin quererlo ya teníamos formado el escuadrón de la muerte. Además, se apuntó el Doctor Sado por Messenger desde Etiopía. ¿Qué? ¿Doctor Sado desde Etiopía? Sí, es que mi messenger es muy raro como casi todo lo que me pasa.
Entremos en la narración. Como siempre, un Viernes a las 5 y algo de la mañana aparece el taxi que nos llevará a Goldfillo y a mi al aeropuerto; aunque este año a la maldita terminal 4, porque además de que "é güelo é má baratu", teníamos sed. El hombre sueño por una vez en su vida y sin que sirva de precedente estaba en el aeropuerto antes de la hora. ¡Antes de la hora! Ya eso es muy raro; no debería seguir narrando. Es broma. Facturación, vuelo, los típicos "Vamos a morir todos" y sin darnos cuenta estamos en el autobus que lleva del Aeropuerto de Asturias (eso que digan que es el Aeropuerto de Oviedo es una broma de mal gusto) a Oviedo ciudad. En menos que Goldfillo y yo decimos al unísono: "Ponme otra copa", ya estábamos en el bar de Sherwood (c/ Gascona) donde el camarero este año no nos llamó vividores según entrábamos, aunque en conversaciones posteriores nos recordaba, y en donde ya no hay despertadores colgados de la pared. Dimos una vuelta por la ciudad y cuando nos quisimos dar cuenta estábamos pedo. Bien, no son ni las 12 y ya estamos en estado de embriaguez, new world record. Lo atestigua la frase: "Taladrín, el vermouth es para mayores" y "Todas las chattys sois iguales con los calcetines" Se me olvidó mencionar que Chatty también nos acompañó en nuestras noches, ya que aunque es de Alcorcón, pueblo que mola por empezar en ALC, se ha ido a vivir allí y ya tiene acento asturianu.
Siesta en el hotel y vuelta a las andadas. Sidras por la calle Gascona y borrachera de investigación por la calle Mon. Este año es distinto. Ahora ponen Restregón en los bares y no sé qué pasa pero... Las copas ya nos ponen pedo. ¿Qué pasa? Pues después del Consejo de Sabios Pedosos llegamos a la conclusión de que ya llevábamos una borrachera en el día y por mucho que bebiéramos no conseguiríamos ponernos pedo. ¡Qué bajonazo! Sin saber muy bien por qué entramos en Chévrolet donde escuchamos más restregón hasta que nos pusieron la mezcla definitiva: La factoría VS Funky town. Impresionante documento sonoro. Visitamos también La Tintorería donde aposté con Goldfillo si un grupo de mujeres eran macetas o no. Perdí y tuve que pagar una ronda que tampoco nos puso pedo. Se dieron las grandes frases como por ejemplo: "Nos diste un niño y te devolvemos un hombre" y "Tengo un primo torero".
El día del Sábado pasó sin pena ni gloria excepto por la brillante idea de Goldfillo y el Hombre Sueño de comprar revistas que nos interesaran a Taladrín y a mi como por ejemplo Doble Cero (en donde había un fotoreportaje de un hombre que se parecía sospechosamente a Poseidón), Muscle Magazine (para que Taladrín se ponga fuerte) y Mi bebé y yo que regalaba una mantita azul y un bote de Estrella Oxígeno Activo; digo yo que será para que el niño te quede como los chorros del oro. La noche fué distinta. Fuimos a casa de un amigo de Doctor Sado que era fan del Sporting de Gijón y que venía afónico de animar a su equipo que había ganado 5 a 4 al Cádiz entrenado por Oli, exjugador del Oviedo y del Cádiz por igual. Este dato os parecerá una chorrada pero tiene su explicación más adelante. Nos bebimos unas botellas y nos dió que pensar que el alcohol en Oviedo está aguado, porque rápidamente nos pusimos contentillos. El Sportinguero nos explicó que las copas había que pedirlas en vasos de sidra. Haber empezado por ahí.
De nuevo en la zona de bares; nos llevaron a Tsaciana, un bar que debía de ser muy bonito porque estaba lleno de gente y en donde nosotros sólo pudimos llegar hasta una esquinita de la barra para pedir algo, para después salir a la calle en donde vimos a un 'jevi' tirado por el suelo vomitando. "Los jevis no saben beber" dijo alguno. Seguidamente nos fuimos a una fiesta de enfermeras, una 'fiesta ladis' (fiesta que parece que es de mujeres y en donde claramente hay más rábanos por metro cuadrado que en un huerta) en un bar que no recuerdo en donde las camareras tenían nombres muy graciosos (nombres de ex-novias y novias de un miembro del grupo; se dice el pecado pero no el pecador en estos aspectos) y en donde nos dieron chupitos en unas jeringuillas (sin aguja, tarados) que nos parecieron muy graciosos.
Para terminar, nos llevaron al sitio que más me gustó: "El Corral de la Pacheca" en donde por fin ponían música normal aparte de Mecano en todos los sabores y formatos. Allí fué donde volvimos a ver a Saray, la recepcionista del hotel el año pasado, y fué entonces cuando decidimos que el viaje había merecido la pena.
Al día siguiente, repetimos en Tierra Astur, en la calle Gascona donde vimos a Oli otra vez que estaba saludando a alguien, y otra vez no tuvimos huevos de pedir el Tablón Astur. Viaje al aeropuerto y esperando al avión se nos sentó al lado uno que entrevistaba a Oli por teléfono. La derrota había producido la destitución del mismo como entrenador. Ya sabeís que somos fan de los delanteros como Pachón y demás. Para terminar, el viaje no ha sido tan salvaje como el año pasado; pero ha estado bien. Queda pendiente por descubrir por qué las copas en tubo más pequeño y con menos hielo pero sin agujero, no hacían el mismo efecto en nuestro estado que en otros lugares.
Frase del fin de semana: "... y se tuvo que fumigar el chumino".
Mientras escribo esto estoy escychando: Julki y Goldfillo a dúo versionando a Amaral - "Como Julki y Goldfillo en Leaving Oviedo, vamos a ponernos peeedo".
